Biblioteca - Kangyur - Prajnya-paramita
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Noble Prajnya-paramita. Sutra del Gran Carro "Samantabhadra"
Me inclino ante todos los Iluminados y bodhisattvas!
Esto es lo que oí una vez. El Bendito estaba en el lugar apartado de Dharma-garbha en la tierra de Magadha. Junto a él había bodhisattvas en número igual al de los más pequeños granos de arena del país de los Iluminados, que se habían reunido de los innumerables países de los Iluminados [situados] en las diez direcciones.
Todos ellos permanecieron [alrededor del Bendito], actuando y adquiriendo poder en la oración-adoración de Samantabhadra. Entonces el bodhisattva Samantabhadra se sumió en equilibrio en profunda concentración, "Manifestación no conceptual de todos los fenómenos". Por el poder de la concentración profunda, todas las esferas de la creación iguales a los granos de arena de la tierra de los Iluminados comenzaron a temblar. Entonces el Bendito tocó con su mano la cabeza del bodhisattva Samantabhadra. A través de su toque, también sacudió los países de los Iluminados.
Los dioses ofrecieron alabanzas con estrofas apropiadas:
¡Luz del universo, que superaste a hombres y dioses! ¡Perfección que es como un océano de cualidades! ¡Tú liberas a los seres del océano de la existencia! ¡A ti, timonel, te pedimos completa protección!
Entonces el bodhisattva Samantabhadra dijo lo siguiente al Bendito
¡Bendito! ¿Cómo debe uno adiestrarse en la sabiduría y en la correspondiente sabiduría de la esencia, qué debe uno saber?
El Bendito respondió:
¡Samantabhadra! La sabiduría de los errantes de las asambleas mundanas es sólo como la sabiduría. Pero la sabiduría misma [aparece] comenzando desde el primer nivel.
El Bendito dijo así. El Bodhisattva Samantabhadra y todo el universo, junto con los dioses y los hombres, se regocijaron y alabaron lo que el Bendito había dicho.
Así concluye el Sutra del Gran Carro, noble Samantabhadra.