Biblioteca - Kangyur - Prajnya-paramita
ārya-prajñā-pāramitā-vajrapāni-mahāyāna-sūtra
Noble Prajnya-paramita. Sutra del Gran Carro de Vajrapani
Me inclino ante todos los Iluminados y bodhisattvas.
Esto es lo que oí una vez.
El Bendito estaba en Rajagrha. En aquel momento, el bodhisattva Vajrapani, que estaba rodeado [del Bendito], se levantó y se puso delante de él. Poniéndose de pie, le dijo al Bendito:
¡Bendito! ¿Cómo debe entrenarse un bodhisattva en la Perfección de la Sabiduría?
El Bendito respondió:
¡Vajrapani! Un bodhisattva debe ser entrenado en la Perfección de la Sabiduría de la siguiente manera. Puesto que todos los fenómenos no nacen, uno debe entrenarse en la Perfección de la Sabiduría. Además, todos los fenómenos, ya sean de forma o de otro tipo, carecen de naturaleza propia, no tienen características, están libres de partículas [materia] y son invisibles. Por lo tanto, uno debe ser entrenado en la Perfección de la Sabiduría. Puesto que internamente vacío, nulo e irreal, uno debe ser entrenado en la Perfección de la Sabiduría.
¡Vajrapani! Esta Perfección de la Sabiduría es la Madre de todos los Iluminados de los tres tiempos. Tales son las palabras del mantra del gran conocimiento:
tadyathā oṁ muni muni mahā munaye svāhā
Si uno se adhiere a esta Perfección de la Sabiduría, se adhiere a las Enseñanzas de los Iluminados de los Tres Tiempos, recuerda sus nacimientos, desecha todas las faltas de libertad, alcanza el fruto inconmensurable del mérito espiritual, permanece constantemente en la vecindad de los Iluminados y los Bienaventurados, y posee una disposición iluminada.
El Bendito dijo así. El Bodhisattva Vajrapani y el mundo entero -junto con dioses, humanos, asuras y gandharvas- exclamaron y alabaron lo que el Bendito había dicho.
Así concluye el sutra de Vajrapani del Gran Carro, la Noble Perfección de la Sabiduría.